Alcedo atthis

El Martín Pescador es un ave tímido ante la presencia de seres humanos. Aún así, en todas las culturas ha sido incluido como ave sagrada y mística debido a la belleza de su plumaje, su comportamiento peculiar y único, y el atractivo de su presencia fugaz.

En el Este existían tribus que le creían un animal de augurios. Unos creían que si de camino a la batalla los avistabas, debías de darte la vuelta puesto que la muerte era tu destino. Otras tribus, por otro lado, creían que su aparición era equitativa a la llegada de buenas noticias y tiempos gloriosos.

En la vieja Europa también los tenemos en leyendas,exactamente en la mitología griega, donde los primeros “Martines” se crearon de la unión de Alcyone y Ceyx. Éstos dos, al osar compararse con Zeus y Hera, tuvieron que pagar con ello su vida. Pero los otros dioses sintieron compasión  y los transformaron en pájaros, guardianes de los mares y las mareas, y de ser los encargados de propiciar calma marítima en los días cercanos al solsticio de invierno. De aquí viene la expresión “Halcyon days” o días dorados, que hoy en día también se refiere a los momentos idílicos vividos en el pasado.

Yo he tenido la suerte de no sólo ver, sino conocer a un Alcedo atthis. Un día apareció en un lugar completamente inesperado. Fue tan extraordinario el encuentro, y la curiosidad creada en mi, que no pude dejar de pensar en volver a verlo. Reapareció, y entendí que mi presencia le era cómoda y nada intimidante. Decidí acercarme y buscarlo, poco a poco, donde intuía que aparecería. Me lo tomaba con calma puesto que, siendo consciente de su naturaleza tímida, no quería agobiarlo y que desapareciera. Así, durante meses, nos hemos ido encontrando y conociendo. He disfrutado y he sido afortunada de verlo en todo el esplendor de su ser. Lo he admirado, y mucho. Me he maravillado con su presencia y lo que me estaba aportando. Y esos encuentros y ratos, a veces efímeros, se hicieron imprescindibles. Incluso llegando a llevarme a remotos lugares donde viví momentos mágicos. Os aseguro que es un ser vivo excepcional y fuera de lo habitual. Todo mi ser estaba en profunda agusticidad.

Un día, se volvió tímido ante mi presencia. No sé si huidiza podría ser la palabra exacta, pero ya no estaba tan cómodo conmigo. Fui en su encuentro, pero ya no quería mostrarse igual. Desapareció rápido. Y dejó de hacerse visible ante mí. 
Volví a nuestro rincón y esperé, y esperé, y esperé, pero ya no apareció. Es triste y doloroso, pero he tenido que aceptarlo.

No volveré al sitio donde lo vi por última vez, ni a los Valles donde nos solíamos encontrar, porque quiero que llegue a ser él mismo y encuentre su camino. Realmente deseo para él un vuelo libre y una vida armoniosa. Se lo merece de verdad. Y espero profundamente que en otro rincón del mundo ,y de la vida, nos podamos cruzar y nos digamos que estamos bien y somos felices.

No ha habido experiencia anterior como la compartida con este Martín Pescador, que aunque siendo un Alcedo atthis, de común no tiene nada. Creo que puedo decir que ha sido la experiencia más hermosa, enriquecedora, armoniosa, renovadora y calmada que he tenido en mi vida. Y desde aquí, allá dónde estés, sólo puedo mandarte una sonrisa y un enorme GRACIAS. Fueron “Halcyon days” contigo.

(ENGLISH)

The Martín Pescador  is a shy bird in the presence of humans. Still, in most cultures has been included as sacred and mystical bird because of the beauty of their plumage, their peculiar and unique behavior, and the attractiveness of its fleeting presence.

In the East there were tribes who believed it an animal of omens. Some believed that if on the way to battle you saw them, you should to go back since death was your destiny. Other tribes, on the other hand, believed that his appearance was equal to the arrival of good news and glorious times.

In old Europe we have also legends, exactly in Greek mythology, where the first "Martines" were created from the union of Alcyone and Ceyx . These two, when daring to compare themselves with Zeus and Hera, had to pay with their lives. But the other gods felt compassion and transformed them into birds, guardians of the seas and tides, and being responsible for promoting maritime calm in the days surrounding the winter solstice. From this comes the expression "halcyon days" or golden days, today also refers to the idyllic moments spent in the past.

I have been fortunate to not only see but know a Alcedo atthis . One day he appeared in a completely unexpected place. It was so extraordinary meeting and the curiosity created on me that I could not stop thinking about seeing him again. He reappeared, and I understood that my presence was for him comfortable and nothing intimidating. I decided to get closer and looking for him, little by little, where I sensed that he would appear. I took it in stride because, being aware of his timid nature, I did not want to overwhelm him and then him  disappearing. So, for months, we have been meeting and knowing each other. I have enjoyed and I have been fortunate to see him in all the splendor of his being. I have admired him a lot. I have marveled at his presence and what he was giving to me. And those meetings and times, sometimes ephemeral, were essential.Even taking me to faraway places where I lived magical moments. I assure you that is an exceptional living being and out of the ordinary. My whole being was in deep satisfaction.

One day, he became timid at my presence. I do not know if shifty could be the right word, but it was not as comfortable with me. I went to find him , but he did not want to show himself the same. He disappeared quickly. And he ceased to be visible before me.
I went back to our corner and waited, and waited, and waited, but no longer appeared. It is sad and painful, but I had to accept it .

I will not return to where I saw you for the last time, or the valleys where we used to meet, because I want him to become himself and find his way. I really wish for him a free flight and a harmonious life. It really deserves it. And I deeply hope that in another corner of the world and life, we can cross and we say we're good and we are happy.

There has been no previous experience as the one shared with the Martín Pescador , which although being a Alcedo atthis of common has nothing. I think I can say it has been the most beautiful, rich, harmonious, refreshing and calming experience I've had in my life. And from here, wherever you are, I can only send you a smile and a huge THANK YOU . They were "halcyon days" with you.